El viento removía mi pelo. Todas las ventanas del coche
estaban bajadas. Yo iba en el asiento del copiloto, con los pies encima del
salpicadero, unas gafas Ray Ban de color amarillo chillón y cantando lo más fuerte
que podía. Tú ibas conduciendo el coche, no cantabas, pero te reías de como
desafinaba. Siempre era así.
La canción se acabó, abrí la guantera y busqué algún CD que
poner. Cogí nuestro favorito, ese que está lleno de canciones que hemos bailado
juntos mientras preparábamos un pastel, o que hemos disfrutado con nuestros
amigos en los viajes en caravana.
Pero la primera canción era la más especial. Nuestra
canción.
More tan words.
Me miraste durante un segundo. Sonreíste. Sonreí. Empecé a
cantar. Puse el volumen lo más alto que pude. Y entonces empezaste a cantar
conmigo. Aumentaste la velocidad.
Tu pelo se alborotaba con el viento, los cascabeles colgados
resonaban. Yo empecé a dar golpecitos al ritmo de la canción. Tu los dabas en
el volante sin perder la sonrisa ni la voz, pero atento a la carretera. Saqué
la mano por la ventanilla y pude acariciar las hojas verdes de los arboles. Un
montón de pájaros echaron a volar de ellos.
Y así nos fuimos tú y yo, con la puesta de sol hacia quien
sabe donde, cantando juntos nuestra canción.
Saying I love you Is not the words I want to hear from you
It's not that I want you
Not to say, but if you only knew
How easy it would be to show me how you feel
More than words is all you have to do to make it real
Then you wouldn't have to say that you love me
'Cause I'd already know