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domingo, 5 de mayo de 2013

El título que le quieras dar.


Gira la rueda que mueve los engranajes.

Gira la rueda contando hacia atrás.

La mía se paró hace ya, la tuya no para de girar.

Pensé que estaba estancada, Sin poder dejar de mirar

como tú seguías hacia delante,

Sin pararte ni una sola vez, ni una sola vez más.

Gira el reloj que ya no mide el tiempo

que mide la piel que recorro con mis dedos.

Que mide los besos que murieron en mis labios

y dejaron resecos y entreabiertos y marchitos.

Pedimos muchas veces de rodillas

que nos dejaran marchar

Lejos de todo, a cualquier lugar.

Pero las estrellas se apagaron entre tanta oscuridad,

porque todo lo que un día brilló

deja de brillar.

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