Me encontraba perdida en la nieve. No podía ver nada ya que
mis ojos estaban llorosos, y había una densa niebla. No sabia donde estaba ni
que hacer. El miedo me consumía poco a poco, hacia un fío helador y yo no
llevaba nada más que una chaqueta rasgada.
Tras pasar un largo rato comencé a gritar desesperada, por
si algún alma rondaba por allí.
Nada. Ni un murmullo, ni un voleteo, ni un aullido. Solo
escuchaba el latir de mi corazón y mi respiración acelerada.
Jamás pensé que iba a llegar a este punto en el que me
encontraría completamente sola de verdad. ¿ Es esto la nada?
Miro hacia el cielo, esperando que una voz, un angel, lo que
sea, me responda y me saque de aquí.
Nada. Y para mi mayor sorpresa, un copo de nieve cae hasta
mi mejilla, convirtiéndose en agua a causa de la fiebre.
Y allí estaba yo, sola en medio de ninguna parte, con una
fuerte ventisca por delante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario