No es un lugar como los demás. Aquí el cielo es de colores
según el día, por él revolotean bandadas de flamencos de plumas rosadas en el
atardecer, cuervos negros con picos largos y afilados o sinsajos que silban en
verano una dulce melodía. En una de las muchas ciudades el agua cubre la mayoría
del espacio, excepto en una pequeña región antes llamada Central Park. Se hace
llamar Mistyc City, donde la luz en la noche procede de farolas echas con magia
de seres místicos, humanos con poderes sobrenaturales, capaces de curar heridas
o viajar en el tiempo. Otra ciudad se divide en facciones: Verdad (los
sinceros), Abnegación (los altruistas), Osadía (los valientes), Cordialidad
(los pacíficos) y Erudición (los inteligentes). No conocen el mundo más allá de
las vallas que recubren la zona, el gobierno se empeñó en mantenerlos ajenos al
exterior hace décadas. La región de
Panem celebra unos juegos cada año a causa de una revelión, llamados Los Juegos
del Hambre, donde doce chicos y chicas de diferentes distritos de la región
combaten a muerte por ser el único ganador. En este mundo existen los seres
mágicos. Los hijos de la noche, también conocidos como vampiros, merodean en la
noche en busca de sangre fresca. Dicen que hay una academia llamada Medianoche,
que los acoge y enseña a controlar su sed de sangre o a integrarse en el mundo
moderno .Los lobos patrullan los frondosos bosques de pinos altos y puntiagudos
hasta el verano, cuando se transforman y recuperan su forma humana antes de
haber sido mordidos. Existen Hadas gobernadas por la mortífera reina Sheile,
una mujer despiadada que se aprovecha del sentimiento humano. También hay
ángeles caídos, que se esconden entre las callejuelas de las ruidosas ciudades,
intentado olvidar el pasado y mirando al futuro. Magos y brujos hay montones,
dicen que son los que mejores fiestas hacen, pero cuidado: si no te das cuenta
pueden transformarte en una rata con algún mejunje del ponche. Las brujas son
más reservadas, viven en las afueras en viejas casas de madera, donde preparan
sus conjuros de sangre e invocan almas que merodean por la tierra. Si hay una
tormenta es que están enfadadas. Cerca del bosque hay un gran lago, dicen que el
ángel Raziel convirtió al primer cazador de sombras allí, dándole de beber en
la copa mortal su sangre a un humano. Los cazadores de sombras son seres medio
humanos medio fantásticos, que dibujan runas en su cuerpo para conseguir habilidades
y así poder atrapar a todo ser de las profundidades que se atreva a irrumpir en
la superficie. Alguna vez he visto fantasmas merodeando, la primera vez me
asusté mucho, empiezas a sentir un frío que te cala los huesos, los cristales
se empañan e incluso las paredes se congelan. Conocí a una chica que había
muerto atragantada por un osito de gominola, otra murió porque su supuesta
mejor amiga la traicionó y la tiró desde el vagón de una atracción (Sí, suena
escabroso). A parte de todo esto también hay otra región que época gente visita,
una niña entró una vez y nunca más salió. Lo llaman El País De Las Maravillas.
A mí me parece un lugar más mágico que ninguno, allí hay setas gigantes, puedes
tomar el té en el no cumpleaños del sombrerero loco, jugar al criquet con la
reina de corazones o que un gusano morado gigante te dé un buen consejo. Dicen
que hay inmortales, pero yo nunca he visto a ninguno, quizás no lo sepa porque
son igual que todo el mundo, salvo que pueden viajar a Wonderland cuando
quieran (un sitio entre el cielo y la tierra donde todo lo que quieras se puede
hacer realidad), hacer aparecer en el plano terrestre lo que les apetezca y
conseguir no envejecer nunca. Nunca he sabido si creer en el cielo y el
infierno o no. Dicen que cuando naces ya estás destinado a un lugar u otro, que
al morir un representante del lado correspondiente te recoge. Si vas al
infierno tu fecha de muerte se graba en alguna parte de tu cuerpo y estás
obligado a entrenarte en la lucha sin fin con el cielo. Un mito cuenta que a que
poseen sangre de los dos lados, tanto cielo como infierno, les crecen alas del
color de su alma: desde rojas, pasando por violetas, rubíes o azabaches. No me
gusta mucho pensar en ello, al fin y al cabo yo voy a seguir estando aquí, en mi ciudad. Donde el
sol brilla amarillo y frugal. Donde se respira a limpio; donde las terrazas
están llenas de rosas rojas, el color del amor eterno; donde la gente encuentra
el material del que están hechos sus sueños; donde el agua irrumpe en la arena
de la playa, acariciando tus pies cansados, curándote; donde en lo alto de la
colina hay una casa vieja misteriosa, que chirria y da golpes con la puerta
como si aún hubiera vida en ella; donde el internado más importante del mundo
enseña a los alumnos a prepararse para llevar todo un planeta; donde el destino
está escrito con tonta invisible entre las nubes y las estrellas; donde a veces
encuentras cuadernos de un libro escondidos entre la corteza de un árbol; donde
gente con enfermedades encuentra la esperanza donde no la había antes. Este
lugar es mi mundo. Este mundo lo he creado yo, recogiendo pedacito a pedacito
de lo que me rodea, de lo que me hace sentir viva. Porque a veces necesitas un
buen golpe para sentir algo entre tanta oscuridad.
Mistyc
ResponderEliminarHecho
¡¡Grrrrrrrrrrrr!!